sábado, 23 de diciembre de 2017

en nombre de la jauría humana (perdón... justicia, justicia humana).




La criticaban.

Decían de ella 
cosas que nadie 
querría escuchar de sí mismo.

Pero como no se defendía
no había peligro.

Podían seguir criticándola.

Un día la marea comenzó a subir.

Las primeras casas cercanas al mar
empezaron a inundarse.

Poco a poco todo el pueblo
quedó anegado.

Todo excepto su casa.

La de la chica criticada.

Un último superviviente
llamó a la puerta.
Empapado de salitre.
Deshidratado.

«¿Cómo es que el mar
no ha podido contigo?» —preguntó exhausto.

«¿No prefieres que te deje entrar
y te sirva un vaso de agua
 antes de contestarte? » —le propuso ella.

«Si entro la gente hablará de mí».

«¿Qué gente?» —preguntó ella perpleja — 
«todos se han ahogado».

El hombre oteó su alrededor.
Una ola grande emergía en el horizonte.
Parecía decidida a sumergirlos 
a los dos.

«Todos... los de antes que nosotros...» —respondió.

«¿Y si todos estaban equivocados?» —replicó ella —
«Dame una oportunidad para 
mostrarte quien soy en realidad»

El hombre sintió como el nivel del agua salada
aumentaba y lo empujaba hacia arriba.
La ola estaba a punto de destruirlos.

Y pensó...

"Solo un poco más de conversación
y acabaré con la bruja en nombre de la justicia humana"


».




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