domingo, 22 de julio de 2018

Negro el mar y azules tus ojos.





La marea sube para desgracia 
de los marineros casados.

Hemos escuchado al niño vidente antes de zarpar.
Al hijo que todos los hombres del lugar
engendraron con Casandra, la única puta del pueblo:

«De toda la tripulación solo el sordo
sobrevivirá al canto de las sirenas.
Después morirá en tierra,
tal y como dictan las escrituras del océano
que debe acabar todo hombre cauto».

Algunos tripulantes se ríen del augurio.
«Los océanos están más allá de nuestras posibilidades.
Esta charca no llega más allá de ser un mar»
 le gritan y se burlan desde la borda.

Tú me despides de pie en el muelle agitando 
la misma mano que has utilizado para insultarme
en el diario que escondes bajo la almohada.
Llena de lágrimas y remordimientos.
Riquezas en definitiva para los que por inútiles y vagos
no viajarán en este barco.

Y para ellos no dejas de ser una mina virgen.
Poco les importará que yo haya enloquecido
excavando en tu coño para desenterrar hasta la última
piedra de tus sentimientos. 

El intruso siempre llega a tiempo aun por más tarde que llegue.
La carne muerta es la carne que da la vida al buitre.

***

No tardará tu belleza en dar la media noche 
ni el barco en enfilar mar adentro.
«Los ronquidos de tus compañeros de camarote
te protegerán de las sirenas y su voz»
escucho decir a alguien en mi duermevela.

¿Por qué tememos por el que viaja, amor mío?
Las raíces de las lenguas que se quedan en tierra
son más venenosas que cualquier agua revuelta.

Lo que se abandona cambia dos veces más que lo que se aleja.

***

Romero y Palacios han cogido fiebres
y el capitán está barajando deshacerse de ellos.
Dice que la fiebre es celosa 
y que no puede resistir que ningún hombre la desprecie.

Ninguno le diremos lo que ha de hacer.
Él es el capitán. Él es el que más debe saber.
Romero y Palacios no piensan igual
y tosen y escupen a cualquiera que se les acerque.

La idea no es mala,
los muy jodidos tienen claro
que no tiene mucho sentido morir
por un tripulante que cobra más que ellos.
 Así que el capitán nos ha reunido
a la espera de que a alguno de nosotros
se le ocurra como librarnos de ellos.

Que si quemarlos vivos —propone uno.
Que si sacrificarnos cuatro de nosotros
para acabar muriendo los seis
en pro de los quince restantes —otro.
Matías y uno al que llamamos Calígula
por parecerse a Malcolm McDowel
se ofrecen voluntarios.
El capitán les pide que esperen fuera.

«Estos ya están contagiados» afirma sin dudarlo
«¿De qué sino iban a entregarse voluntariamente
a la muerte?»
Le respondo que una razón podría ser que son tontos.
«Hijo, ningún tonto quiere morir.
Solo lo desean los que no piensan.
Y un tonto piensa... aunque piense mal».

Asiento sin llegar a analizar del todo sus palabras.
Él es el capitán. Él es el que más debe saber.

***

Me pregunto si leerás esta carta
en voz alta mientras tu amante
descansa su cabeza en tu barriga.
Me pregunto si un escalofrío te ha recorrido la nuca
imaginando que tal vez ya no vuelvas a ver mi cuerpo.
Y también me pregunto
si él te anima porque cree que es mejor así.
Si es un buen tipo, de esos que tienen claro
que un hombre que ha dejado de ser amado
debe ser sustituido por otro cuanto antes
o corre el riesgo de perderse en su matrimonio.

***

Anoche arrojamos por la borda los cuatro cuerpos.
No hizo falta fuerza ni destreza.
La fiebre los había debilitado tanto
que no pudieron resistirse ni con su aliento.
El capitán nos ha pedido un rezo por ellos
siempre y cuando no tuviéramos nada en su contra.
Dice que rezar por quien no se ha querido en vida
es ser un falso y un hijo de puta.


***

No me extiendo más, mi cielo.
Este viaje va a ser más largo que mis fuerzas.
Los buenos marineros sabemos eso con solo
interpretar el color del mar
y ahora es tan negro...
...tan negro como siempre lo han sido tus ojos.

Nunca he entendido porqué el niño vidente
se empeñaba en decir que los tenías azules como el océano.

Y que sería en el océano, y no en un mar,
donde todo lo que soy...

... habría de naufragar.







sábado, 21 de julio de 2018

Todo el mundo lo sabe.





Los corazones olvidan más tarde
cuando los separan 400 kms de distancia.

Todo el que tiene uno lo sabe.

Por eso nunca debes alejarte para olvidar.
Acércate todo lo que puedas a lo que
pretendas dejar atrás.
Bésalo, atiéndelo, entrégate.
Es la mejor manera de cicatrizar 
las heridas que te haya provocado.
Y cuando las llagas se cierren
te sentirás escurridizo como 
un gato acorralado por un gordo con hambre.

Todo el mundo que tiene gatos sabe de lo que hablo.
Conste... no todos los gordos con hambre han fracasado.

Y por eso me preocupan tus maletas, cariño.
Me asusta pensar en tus llamadas a media noche
reclamándome lo que no me dio tiempo a darte.
Culpándome de no existir ya.
Tarde o temprano lo harás. 
Nadie que se haya ido perdona
al que se queda, vive y cambia. 

Todo el mundo que se quedó lo sabe.
Todos los que se alejaron continúan indignados
y confundidos.

Así que te recomiendo que no sigas mi consejo.
Cualquiera que se atreva a darlos 
no es sino un idiota que no entiende
nada más allá de lo que puede sacarse
de una buena lectura. 

Todo el mundo lo sabe.

Los consejos no son sino tierra quemada
por edades que no acumularon
más sabiduría que la de la derrota y el miedo.

Suerte.
















jueves, 12 de julio de 2018

La RAE lo sabe todo sobre nosotros.





¿Quién se queda tras la puerta cuando te vas cariño?

¿dónde está tu hogar?

¿quién se va en realidad?

Podría parecer que eres tú.
Aunque...

¿Es posible que lo haga alguien que nunca llegó?

¿Sabías que uno puede quedarse solo
incluso no habiendo conocido 
a nadie más que a sí mismo?

Es fácil de explicar
aunque no tanto de entender.
Para hacerlo hace falta
conocer tres reglas básicas:

1. No se existe si no se tiene nada que ofrecer.
2. No se puede ofrecer nada si uno tiene miedo.
3. Tienes miedo... ergo existes. 

¿Fácil no? 

No es más complicado que el puzzle
que pretendes montar juntando 
las piezas de tres cajas distintas.

Con esto no te pido que 
subas las escaleras y regreses.
Sería considerarte la X a despejar
y reconocer que hay una ecuación
 que resolver.

Ni tú ni yo sabemos de matemáticas.
Crecimos leyendo las páginas que quedaban,
tras la lectura y censura de nuestros padres,
de la Interviú semanal. 
Y hasta donde me alcanza la memoria
los "follares" se mostraban descuartizados
en sintagmas sobre los que luego
nos examinaban en la escuela.

¿Cómo aprobar si Cervantes nunca habló
de ninguna polla caliente
que el ministro del interior 
hubiera llevado a Acapulco?

Por eso no puedo responsabilizarte de nada.
Por eso no puedo mas que considerarme el culpable.

Digan lo que digan los psicólogos.
Cuando dos personas se aman 
siempre hay una imbécil y una idiota.

Y es muy posible que no sepas la diferencia.

No te preocupes ni te ofendas.
No se trata de ser más o menos culto.

Es una cuestión de curiosidad.

La RAE lo sabe todo sobre nosotros.

No hay nadie que se escape.

NO HAY NADIE QUE NO SEA VOCABULARIO.
















miércoles, 4 de julio de 2018

ella y sus cuaresmas.





Las oportunidades se suceden a sus espaldas.
Ella no las ve.
Cree que un dios cabreado
la ha elegido para sustituir a su hijo
en su ascensión al Calvario.

Ella es, o se ha hecho así:

Única y abandonada, 
y solo los fariseos saben 
hacerla sentir bien.

Yo mientras tanto le doy el beso de buenas noches
y rezo al único demonio que aún me escucha.
Le ruego que la saque de su insensatez.
Le suplico que le muestre la verdad.

«¿Cual de ellas?» me pregunta.

«¿Quién te está rezando?» le pregunto yo.

Y me entiende.
Por algo es demonio.
Porque está más que capacitado
para comprender las miserias del hombre.

Al amanecer, recién ella abre los ojos,
le pregunto por sus sueños.

No ha dormido bien.
Se lamenta de su vida.
No está contenta con la suerte 
que le dan sus dados.

Y mientras lo dice
una copa de vino vacía estalla 
en la estantería donde guardamos la vajilla de la boda.

Yo sonrío.
Sé que mis plegarias han comenzado a dar sus frutos.
Mi demonio ha decidido echarme un cable.

No pasará mucho más tiempo hasta que se folle a otro
y pueda usarme a mí de excusa para otra de sus cuaresmas.