De todo lo que no me atrevo a ser a tu cara.
De las cosas insignificantes que se amontonan
en mi cabeza de frankestein disfuncional.
De las palabras que escandalizan a unas
y abren los dormitorios de otras.
De las cicatrices que me quedan de mi última
guerra con la que dijo amarme por encima de ella.
De las promesas que se quedaron en el egoismo.
en mi cabeza de frankestein disfuncional.
De las palabras que escandalizan a unas
y abren los dormitorios de otras.
De las cicatrices que me quedan de mi última
guerra con la que dijo amarme por encima de ella.
De las promesas que se quedaron en el egoismo.
De las cartas que se perdieron al caer del saco del cartero borracho.
De las veces que quise decir sí y mis labios pronunciaron un no.
De mis cánceres mentales y de las paranoias físicas.
De mis pasos a hurtadillas y de mis desfiles carnavalescos.
De mis episodios censurados y de mis flagrantes delitos de amor.
De mis canalladas y beneficiencias.
De mis contradicciones amigadas.
De mis pueriladas y graciosadas.
De mis palabras de desaliento y mis himnos afónicos,
desafinados y descompasados.
De mi desfigurado propósito de belleza.
De mis falaces verdades y de mi anárquica voluntad y búsqueda.
De lo que dejé pasar y de lo que se me llevó por delante.
De lo que me alcanza en mi huida y de lo que se me queda
en la suela de los zapatos
de mi deambular nostálgico por los pasillos
de este hospital que llamamos civilización.
De casi nada, pero mi todo. Este blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario