miércoles, 25 de marzo de 2020

No es el fin del mundo.




No es el fin del mundo.

Los perros siguen teniendo pienso
y los niños se apadrinan por correo.

El mundo va de cuentas bancarias
y cursiladas de diseño.
Tus versos y los míos
saben a salmo responsorial 
de monaguillo desengañado.

Ni tú ni yo vamos a sabotear nada
porque ninguno de los dos conocemos el proyecto.

Mientras tanto yacemos entre cojines y Netflix.
Entre sucedáneos de amor,
asepsia y apareamientos varios. 

Lo escuchamos todo 
y olvidamos nuestra voz interior.
¿Suerte?
La inercia del planeta
nos permite errar una y otra vez.

Hoy, convocados al encierro,
nos redimimos de nuestros pecados
hacia allí y hacia allá.
El malo es el otro y el otro dice que el otro
y el otro que el otro, pero...

¿quién es el otro?

¿Lo peor?

Que yo no estoy seguro de nada
porque todo lo que una vez se dio por cierto
más adelante se condenó.

Quizá no seamos nada más
que la opinión de la estulta mayoría.

Eso, o poco menos...




sábado, 21 de marzo de 2020

La "ella" que se apodera de ti.






Me gusta que estés tan sola como yo.
Que en tu bosque no haya cazadores
y el lobo no pierda el tiempo con abuelitas.
Lo del color rojo lo dejo para uniformes de trabajo,
sangre, política y ojos de resaca.

Me gusta que tu indiferencia sea interesante 
y que tus abrazos busquen siempre
un más allá del amor 
que te explicaron en la clase de matemáticas.

Me gusta que seas tan ingenua
como para enfadarte por un juguete roto
y tan sabia como para no hacerlo 
por los errores del hombre que te arropa por la noche.
Eso me concede ventaja.
Todavía no he dejado de ser un niño
y han pasado más de quince minutos desde mi primer polvo.

Me gusta que no estuvieras 
cuando más te necesitaba
y que llegaras en el tren que decían
 que no hacia parada en mi estación. 

Que seas túnel y despegue,
fiebre, delirio y descanso.
Que traigas lluvia y sol,
gripe, alergia y verano. 

Me gustas aún con tus dudas de que me gustes.

No serías real sin ellas.

¿Qué Princesa no teme que el dragón la secuestre
mientras su Rey se preocupa de los impuestos?
¿Qué sería de las novelas románticas
sin el gilipollas que va de lobo en medio de corderos?

¿Qué sería de mí sin la "ella" que se apodera de ti?














jueves, 19 de marzo de 2020

el porqué de la falta de papel higiénico.



Dibujo: Paloma Sorribes



Pasarán cien otoños
que ninguna puta se revelará
contra su chulo.

Hay un orden escrito en alguna parte
que dice que las drogas son atajos
al encuentro del primer sueño plácido.

El mejor asesino no aceptó tu encargo
y tu verdugo te persigue 
detrás de la ventanilla del banco.

No hay que asustarse
 dicen los ciegos a los sordos.
Mientras...
 ...el pederasta guarda silencio detrás de tu cría
en el banco de la misma "Iglesia" 
que renunció a Dios por Barrabás.

Hoy amas tú.
Mañana lo haré yo.
Nadie nos dio razones para hacerlo
y cada vez se cuestiona más la biología 
ante el avance del más pueril racionalismo.

Hay tontos.
Tontos que van de listos,
y mi sentido arácnido
dice que... 
¡listos van los listos!

No hay otra.
El mundo se acaba contigo
y toda pandemia no es sino
insomnio para nuestro sentido de únicos.

Se nace, se muere,
se existe, se... ¡véte tú a saber!

Hoy la falta de papel higiénico
en los supermercados 
por el miedo a un virus
lo ha dejado más que claro:

La mierda que cagamos
es lo que más nos preocupa.