domingo, 7 de septiembre de 2014

suerte



Suerte de haber apostado por lo más difícil.
Suerte de saber que cartas faltaban en tu baraja
para poder igualar tu jugada.
Fotografía: Sonia Hidalgo

Suerte de aquel número de teléfono al azar.
Mejor que cualquier lotería,
mejor que cualquier elección correcta al camino del éxito.

Suerte de saberte rota 
en el momento en el que yo tenía piezas
para recomponerte.
Y suerte de que tu puzzle me alejara
de mi obsesión por los crucigramas.

Suerte de que tu belleza sea única
y escurridiza para los otros.
Suerte que me entregues el tesoro
de las carencias que ellos ignoraban
como rellenar.

Suerte que me ha acompañado durante toda la vida
para hacerme caer del árbol justo cuando tú
te estabas planteando la teoría de la gravedad bajo sus ramas. 
Suerte de haber sorteado el antes y el después
y abrir la puerta del momento y lugar oportunos.

Tanta suerte debo compartirla contigo.
No sería justo guardármela para mí solo.


Suerte...