O todos estamos engañados
o eso de la suerte tiene su aquel.
Algunos tropiezan con la misma piedra
y a otros los apedrean.
¿Cuestión de piedras o de pasos?
Vete tú a saber…
José era carpintero y a su hijo
lo ejecutaron en una cruz de madera.
Irónico.
Tenga sentido o no lo tenga
vivir se parece mucho al rumiar de las vacas.
Hablo como humano.
El único toro al que he mirado a los ojos
leía periódicos de “derechas”
y gustaba de buenos y poco hechos “filetones”.
Lo filetearon como homenaje a su raza.
Paradójico.
Ni el mar ni la sopa de hígado de bacalao
amargan si los sobrevives.
Las vacunas que antes curaban
ahora confunden y enfrentan.
¿De qué va todo esto?
Es cuestión de tiempo… —dicen algunos.
Y yo solo veo péndulos
que ahora van y mañana vienen.
Todo lo que debemos saber
cabe en una caja bajo tierra y
aún así nos convencen para aprender
a amueblar 70 metros cuadrados
y pagar un seguro
que cubra los gastos de la caja y de la tierra.
Sarcástico.
Habrá quien te dirá que las palabras
no son mejores que los actos.
Habrá quien fabricará una escalera
con los huesos de tus costillas
(no para subir sino para bajarte al sótano).
De a quién valores más
dependerán tus respuestas.
De a quién te arrimes en verano o en invierno
dependerán tus vacaciones.
Por algo existe la primavera y el otoño.
Necesitamos un periodo donde estudiar
para aprobar el siguiente examen parcial.
La vida se relame con nuestra falta de entendederas.
No practica la evaluación continua.
Cínico.