Quiero que guardes en un rincón de tu corazón
lo que eres ahora.
Que escribas en un papel y lo
archives en un sobre grueso
todo lo que sientes por mí en este preciso instante
y las razones que te han llevado
a mirarme como lo estás haciendo.
No busques un buzón.
Guardalo en tu maleta preferida
y por favor no lo abras mientras
siga haciéndote feliz y desees con todas tus fuerzas
estar a mi lado.
Si llega el día en que no me reconoces
pregúntame si te sigo amando como hoy.
Si la respuesta es sí te pido que no dudes
y hagas lo que voy a pedirte.
Recoge tu mejor vestido del armario,
tu neceser con tu mejor perfume,
y mételo todo en tu maleta preferida.
No olvides llevarte algo de dinero para el taxi
y búscate el mejor hotel de la ciudad.
Esa noche será tuya… haz lo que necesites hacer.
Pero cuando regreses a tu habitación abre la carta.
Solo te pido que leas lo que escribiste cuando estabas convencida
de saber la clase de tipo que era.
Lo que hagas después… será cosa tuya.