domingo, 13 de marzo de 2016

Más microhistorias



Eran novios. Se querían y se respetaban.
La sinceridad es la herramienta para una relación estable.
Con esa frase presumían ante sus amigos de su felicidad.
Un día él le dijo mientras saboreaba una cerveza en el sofá:
—Fantaseas demasiado. Por mucho que lo intentes no 
conseguirás meterte en esos pantalones.

Y ella lo bloqueó en su Facebook.

***

¡Eh toro! —dijo el torero.
Eh toro ¿Qué? —respondió el animal.
Y el torero todavía lo está pensando.

***

Su hijo llegó lleno de moretones del colegio.
Adoraba a su padre y a su madre.
Su padre lo llevó a escondidas al cuarto y le enseñó a
dar certeros puñetazos en el vientre del contrario.
Su madre esperó a que se acostara
y asegurándose de que el padre no la escuchaba
le habló de la importancia del diálogo y la no violencia 
para resolver los conflictos.

Cuando el chico cumplió veinte años le metió una paliza 
brutal a su jefe por no estar de acuerdo con su despido
y argumentó de manera ejemplar las razones ante el juez.

***

Es tarde… acuéstate —le ordenó una voz en su cabeza.
Tras otro trago de ron siguió tambaleándose por la discoteca
en busca de una mujer que gritara más fuerte que su conciencia.

***



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