Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus.
Resumiendo: Hay que aprender a vivir en el destierro.
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A pesar de estar a su lado él la notaba ausente.
Cuando se separaron la tuvo más presente que nunca.
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«¡No aguanto más» dijo ella llena de orgullo al descubrir
a su novio hablando con una desconocida por el Facebook.
Pero aguantó.
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Él miró el ramo que su esposa había llevado el día de su boda.
Se habían casado hacía tres meses.
Observó las flores. Estaban marchitas.
Pensó que era una buena excusa para entablar una conversación.
Desde que regresaron del viaje nupcial
ella se había pasado las noches viendo la tele en el dormitorio
y él escuchando programas deportivos en la radio con los auriculares.
«Ese ramo habría que tirarlo» comentó.
«Espera que se seque del todo. Lo pondré en un lienzo y lo enmarcaré» contestó ella.
Y él no supo si aquella desconocida hablaba del ramo o de él.