martes, 17 de septiembre de 2013

lo que de verdad duele.

Acudió al doctor lleno de preocupación y remordimiento.

– Doctor... tiene que curarme... – Dijo consternado.

– ¿Qué le sucede?

– No soy feliz... Soy adicto al sexo, a la bebida, a las drogas y al juego...

El doctor lo miró profundamente. Ese tipo de miradas que nos ofrecen los que ven nuestra salida clara pero comprenden nuestra confusión.

– Bien... lo primero que le trataremos será la adicción al remordimiento. – Concluyó el licenciado.