viernes, 22 de julio de 2022

Tres mujeres...

 



Me quedé vacío y sin palabras.

Me regalaron un libro.

El suelo tembló

y la tierra me acusó de aburrido.

Escalé la gran montaña

buscando su sabiduría.

Tres mujeres me preguntaron 

a quien buscaba al
llegar a la cima.

Una estaba vieja, la otra era mayor

y la tercera, quizá por joven,

 se escondía entre ellas.

Les pregunté qué había que saber

sin atreverme a mirarlas.

Las tres se rieron cuando apareció

el Maestro.

«¿De qué se ríen?»

—le pregunté ofendido.

Y el Maestro, con una sonrisa,

mientras me indicaba con su dedo

la escalera de incendios

me respondió: 

«¡Véte tú a saber!».



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