jueves, 13 de diciembre de 2018

poca fe para tanto sexo por internet





Mi camello se fugó vestido de novia
con el dinero de su esposa.
La droga, por lo visto,
no da para mucho hoy en día.
Lo supe unas horas después
de que la llamara para 
pedirle perdón.
Yo había ido a comprar azúcar en polvo
y ella, desolada, me lo contó.
Luego me usó de pañuelo
para limpiar el semen
que me obligó a derramar sobre su pecho.


(salmo responsorial)
Algunos dioses se enfadaron por ello.
Otros simplemente
se apagaron ante la falta de rezos.
Demasiados fieles en la foto
y poca fe para tanto sexo por internet.


La última vez que me pasé por mi trabajo
mi jefe ya no era el mismo.
Ajustes en la producción me dijeron.
Lo llamé por teléfono y lo cogió su mujer.
Estaba llorando.
El muy imbécil 
se había ido a trabajar a otra ciudad
para que no faltara dinero en su casa
en lugar de sumarse a la revolución.
Acudí a consolarla y me pidió que la follara 
por cada una de las veces
que mi jefe me había tocado los cojones.


(salmo responsorial)
Algunos dioses se enfadaron por ello.
Otros simplemente
se apagaron ante la falta de rezos.
Demasiados fieles en la foto
y poca fe para tanto sexo por internet.


Nunca he pretendido ser un buen amante.
La cama me da sueño 
y apenas se fabrican ya buenas sábanas.
Prima la firma sobre la calidad
 porque la calidad es algo en desuso
desde que aparecieron los proxenetas. 
Así se lo expliqué a la "costillita"
del portero de la finca
que, cerrando los ojos, me aconsejó:
«Entre una buena yegua
y una prometedora jubilación
elige siempre la mejor mamada»


(salmo responsorial)
Algunos dioses se enfadaron por ello.
Otros simplemente
se apagaron ante la falta de rezos.
Demasiados fieles en la foto
y poca fe para tanto sexo por internet.






No hay comentarios:

Publicar un comentario