martes, 4 de diciembre de 2018

me lo advirtieron.




Me lo advirtieron.

La vía atraviesa el verano
y su tren estaciona en tierras expoliadas.
El dios de los mendigos
visita alcohólicos anónimos los sábados
y mientras tanto sus fieles
se agolpan alrededor de la fuente
a la espera de que se separen las aguas
 y abra el bar de la esquina.

No hay trago sin promesa
ni promesa sin burla del pasado.
Las mujeres van y vienen del mercado
en busca de una religión que las acepte
como ángeles o consejeras.
Mientras tanto la novela rosa
vuelve a ocupar
los escaparates de las librerías.

Algo es algo.

Es un error dotar de sexo a las especies.
Simplificaría las cosas hablar de A y B.
Siendo A quien no soporta a B
 (salvo en el momento del orgasmo)
y suponiendo que sea B
 un ser vivo capaz de escribir su propio nombre.

Todo es ingeniería y poesía.
Armas y palabras.
«El amor es la herramienta del poeta»
—dijo el Poeta tras abandonar a su familia.

Me lo advirtieron.

Si sigues colándote entre bastidores
no disfrutarás de la obra.
Pero fui niño de tempranas hambres
y no pude evitar interesarme
por los muslos de las cupletistas.

A partir de ahí
saber e ignorancia por partes iguales.
"Ires" y "veniretes"
desde ningún lugar hacia ninguna parte.
Sonrisas ante la adversidad,
lágrimas cuando llega lo bueno.
Navidades en la pobreza
y cuaresmas llenas de felicidad.

Me lo advirtieron.

Como te atrevas a salirte del tablero
maldito hijo de puta...

...serás feliz.







No hay comentarios:

Publicar un comentario