Tú y yo cenando en la misma cueva
donde me despegué
del pecho de mi madre por sexta vez.
Tú y yo cenando mientras en la costa
mueren peces y hombres,
árboles y perros
y las doctrinas se refugian
de lo que que es más fuerte
que cualquier filosofía o política.
La presa se revuelve...
aún no ha derramado toda su sangre.
Tiene que doler ser el menú del fuerte
consciente de la vida que habrías tenido
si hubieras sido rápido.
Quien ama primero
muere primero.
Quien ama después
se perderá algo importante en cada polvo.
Hay algoritmos en los besos
y sigue impresionándonos la AI o Dependencia Artificial
(Que es como debería llamarse a cualquier cosa que nos sirva sin rechistar).
Brindas conmigo a sabiendas de que soy
el más que probable próximo borrón
en tu lista de posibles orígenes para tus descendencias.
Me conmueve tu condescendencia
y me perturba tu serenidad.
Una matrona me advirtió sobre esto:
«Por cada trago de vino que tomes con una mujer
la vida te acercará un paso más a la jaula de Edipo»
Y aún así...
...por algo que ni siquiera sé escribir...
...decidimos no usar preservativo.
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