(Para A.)
¿A quién rezar cuando se te acaban los dioses?
Amiga, no se trata del tiempo que aguantes caminando.
Son las paradas que haces las que deciden
si vas a seguir dando pasos.
Después de cada luna vuelve el sol
y los ciegos han de creerlo.
¿Qué pasa cuando la noche es perpetua?
¿Quiénes somos para atrevernos a enunciar (.Mat) nada?
Una pecera y el mar son igual de necesarios
para el pez.
¿Qué eres tú, amiga?
¿medusa o bañista?
Comas lo que comas
hagas lo que hagas
pienses lo que pienses
solo lo que te emociona
se clavará en la diana de tu memoria.
¿Hay entonces universo
más allá de nuestro corazón?
No te compadezcas de aquellos a los que abandonas, amiga,
ellos seguirán nadando en el mismo océano.
Eres tú la que tienes que estar segura
de que la resaca tras el estrecho no te marea.
¡Claro que te animo a seguir remando!
Sería cínico por mi parte no hacerlo.
Yo llegué por fin a mi isla.
Ningún puerto en mi sangre daba a un buen atardecer...
...y te puedo asegurar que ya no tengo de qué preocuparme.
Pecera, acuario, mar u oceano
no tengo más necesidad que respirar...
¿acaso no es eso el parque de atracciones
que cualquier ser humano desearía visitar?
Dímelo tú, amiga...
Necesito tu confirmación.
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