viernes, 30 de noviembre de 2012

juan sin miedo y sus secuelas




De niño vi en televisión unas marionetas
que representaban el cuento de Juan sin Miedo.
Recuerdo con claridad el final de la historia.
(Desconozco si era el auténtico)

Su obsesión por averiguar qué era el miedo
se evaporaba gracias a su mujer. 
Su mujer le liberaba de la ignorancia
y lo introducía en (según dicen los evolucionistas) 
 el necesario sentimiento del miedo.

Siempre he pensado que la mujer que decida quedarse conmigo
 y soportar mi necesidad de reírme de todo
no debería jamás explicarme lo qué se esconde detrás de las cortinas
que me ocultan del mundo "civilizado".

Tendría que ser alguien que me protegiera
como a un niño de la realidad, me follara como a un esclavo,
y contara conmigo como lo haría con un superhombre borracho
y mujeriego que está agotado de que lo quieran por lo que es.

Me gusta imaginarme a la mujer en cuyos brazos moriré.

No puedo decir que haya conocido a muchas mujeres.
Tampoco sé si alguien puede decirlo de verdad.
`Puedes haber follado con muchas, pero creo que te pierdes lo mejor 
de hacértelo siempre con la misma,
te pierdes saber por qué un día esa mujer no querrá
acostarse más contigo.
Por qué esa mujer que un día se moría por conocer tus secretos
un día prefiere que los tengas a que le cuentes tu vida.

No puedo evitar afirmar lo que voy a afirmar:
Si amas a una mujer de verdad, aléjate de ella.
No lo dudes, en tu polla tienes un virus
que termina por matar lo mejor de ellas.

Pero no te culpes por ello.


Tu madre no te lo explicó porque quiso
pensar que tú serías el elegido.

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