Descansa, niña, descansa…
sé que doy trabajo
y tú mereces el descanso de los buenos.
Ojalá que los versos
dejen de darme insomnio
antes de que te aburras con la luna.
Descansa, niña, descansa…
y que no confundas la cama
con las ganas de irte a dormir.
Lo que aprendí de joven
no me sirve de mucho
a la hora de follar con descaro.
Descansa, niña, descansa…
que tengas los veranos que tengas
no habrá más invierno que el que persigas.
¿De qué sino ibas a taparte
con la manta en pleno julio
por unas ventanas mal cerradas?
Descansa, niña, descansa…
que descansando se aprende
más que buscando.
Que si buscas corres riesgo de encontrarme.
Que encontrarme solo puede significar una cosa…
…que tú te has perdido.
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