Sobrio me asusta la muerte.
Desearla me embriaga.
Me corra o no
la puta va a cobrarme la carrera.
Mi dios ha colgado el cartel de:
«Enseguida regreso,
me ausenté otra eternidad»
Mientras tanto
mi relojero me da largas:
«Los tipos como tú —me acusa —,
no cuidan sus relojes.
¿Por qué no llamas a tu madre?
De no ser por ella no sabrías
dar cuerda ni a la muñeca de tu hermana.
Pero yo no tengo hermana.
Mi hermano mayor me contó
que no llegó a nacer porque no,
y los espíritus de mi cama
que por mi culpa.
Podrías pensar que tengo un trauma
pero no siempre es así.
Mi hermano mayor me contó
que no llegó a nacer porque no,
y los espíritus de mi cama
que por mi culpa.
Podrías pensar que tengo un trauma
pero no siempre es así.
A veces es peor.
A veces me alegro
cuando la empresa
me ingresa la nómina.
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