Nadie está de más...
y es una pérdida echar de menos.
No me refiero a lo de nacer solos
y morir igual.
No...
En realidad no creo que nadie nazca solo.
Es otra de tantas falacias
que se inventa la razón
para consolarse a la hora
de abandonar el tablero.
Naces ayudado.
Y ayudado deberías morir.
Esperar a la muerte
cuando no puedes acudir a ella
no es sino un acto de sadismo
sobre el que las autoridades no saben legislar.
Pero la muerte es como casi todo lo demás:
Burocracia y negocio.
Como el amor:
obligado y vírico.
Como respirar:
descuidado y necesario.
Como nacer:
involuntario y superfluo.
No decaigas amigo...
eres el protagonista...
y no hay más guión
que el que seas capaz de soportar.
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