martes, 12 de julio de 2016

la gracia de otro polvo

No pretendo descubrir nada que no me hayas querido demostrar.

Lo que me hayas prometido dar…
...lo que me hayas prometido entregarme a cambio de nada...
lo tomaré orgulloso si mi intuición me asegura que he acertado con tu compañía.

Pero ¡por favor!
Acuérdate de lo que te advertí de mi.
De las trampas y acordes en séptima que tocaré
con alevosía y que buscarán el desatino de tu voz.
Tu desafine en mi armonía
sin más intención que satisfacer mi vanidad.
Sin más pretensión que
crucificar tu ego en la madera de mi «pseudointeligencia».

Seguramente que no me entiendes…

He apostado por ti porque sé
que no eres juicio sino indulto.

Y sin embargo, cobarde pero hambriento
me he asegurado de
escoger bien las postales
que has colgado en el corcho de tus
tareas por completar.

¿Me convierte eso en alguien que
provoca el paso de... "a continuación"?

Cada vez entiendo menos y siento más.
Cada vez me parezco más a lo que
me dijeron que era lo equivocado
pero más me divierte.

Cuerdo o loco…

…no me queda más que seguir bebiendo de esta copa
hasta que tú... SÍ TÚ:
decidas si merezco la gracia de otro polvo.



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