Danzas con la misma anarquía
que lideró la asamblea que te nombró
preparada para besar.
Así es difícil clavarte a una cajita
de rodillos musicales.
Y ríes y lloras,
¿burla o diversión?
¿propósito o sufrimiento?
Pero estamos juntos.
Tan juntos como mi desierto fronterizo
y tu vergel colindante
permiten estarlo a nuestras ciudades capitales.
¿Quién da el paso, princesa?
¿Quién de los dos se atreve
a abandonar el cálido refugio del hogar
y caminar sin la certidumbre
de que el otro estará esperándolo
en la frontera?
Es de chiste que te haga esa pregunta,
sé que estas palabras
no pasarán de la aduana.
El cartero es un jodido cobarde.
Por lo visto se folló a muchas
mujeres haciéndose pasar por el autor
de sus cartas de amor
y un día le dieron una tremenda paliza.
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