Le dijeron que Aristóteles había dicho:
˜El hombre que está solo
o es un dios o una bestia”
Luego le dictaron que Dios
solo había uno
y se confundió.
Comenzó a matar
buscando su identidad.
Por cada cien “cienes” de víctimas
su mujer paría un hijo.
Todo estaba bien
—agradecía a Aristóteles
sacrificando a la hija del enemigo
en la columna.
Después llegó la Ilustración
y aprendió a pensar hasta el más idiota.
¡Ahora vas y encuentras las siete diferencias!
No hay comentarios:
Publicar un comentario