No se llega tarde.
Se llega o no se llega.
Cada segundo abre una puerta.
En cada puerta
acecha un asesino y un ángel.
Quien te reciba depende
de lo fuerte que silbe tu suerte
y de lo sordo que esté cada cual.
Lo jodido es cuando ni siquiera ibas.
Cuando te vienen a buscar.
Sencillamente cuidabas de tu jardín
y la Administración se fijó en tu hucha.
El tipo de la ITV sabe de lo que hablo.
Aún así cogemos el autobús
y apostamos a la lotería.
Sabemos que el vecino
está peor que nosotros
y que la TV permite cambiar de canal.
Todo está bien mientras no nos embarguen
o estemos enamorados.
La evolución
sigue siendo un juego
entre presas y depredadores.
Lo de Marte y todo eso…
…despensas para futuras oligarquías.
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