Apenas duraste en mi vida
lo que el hombre que te bautizó
tardó en pronunciar tu nombre.
Sustituiste a cien musas
con tan solo una sonrisa
y una pregunta.
Algo tendrás en los ojos
que me dejaste atrapado
en la barra de aquel bar
para el resto de mis noches o
hasta que el tipo que
te escucha hablar dormida,
se dé cuenta de que es hora de compartirte.
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