sábado, 8 de febrero de 2025

la niña de la curva


 


Creí tener suerte.

La virgen se me apareció

en una curva.

La recogí.

Era de noche

pero yo no tengo miedo

mas que por el día.

Me dijo que era cuestión

de carreteras y conductores

que me estrellara

y que no debía preocuparme

si al final del despeñadero

no me esperaba nada ni nadie. 

En un descuido la llamé «mama»

y no tardé en darme cuenta

de que su aliento 

olía a tumba.


Apagué los faros y seguí conduciendo. 

Otros dicen que me estrellé.

Sigo pensando que hice algo bueno.



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