miércoles, 24 de mayo de 2023

Amén









Rogué al cielo respuestas

y me rompí el tobillo en un bordillo.

Me acordé de sus pies 

y fantaseé con tener suficiente dinero

para comprar lo que se me antojara.

Fue más tarde cuando la conocí de verdad.

Su precio rondaba mi salario de seis meses

y una de esas separaciones que desconciertan.

Amén —escuché afirmar al cura.

¡Venga ya! —exclamé repasando el catecismo.

El sacristán me regaló un libro de historia

y una frase amable que me invitaba

a no pisar más su iglesia.

Cientos de años más tarde lo entendí todo.

El mar impresiona porque 

nadie quiere morir ahogado.


Amén —me susurró una ola

mientras ella se descalzaba en la playa.


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